jueves, 8 de diciembre de 2011

Hace 8 años viene denunciando un caso de abuso sexual a su hijo

La madre de un menor abusado recorrió fiscalías y juzgados pidiendo justicia, tras no recibir respuestas, hizo su denuncia a los medios y contó su conmovedora historia.

 Viviana Hertler es una madre desesperada de Monte Caseros que se animó días atrás, en la ciudad de Corrientes, a denunciar a fiscales, funcionarios, policías y jueces, y a recorrer distintas instituciones reclamando respuestas, ante un gravísimo hecho de abuso sexual ocurrido hace 8 años en su localidad, a su único hijo cuando tenía 6 años y quien hoy en día, sigue sufriendo maltratos de parte de quien sería su abusador, un vecino llamado Hugo Sebastián Pereyra, quien jamás fue detenido ni juzgado por el crimen, y que en la actualidad goza de plena libertad.  

En la esquina de Salta y Pellegrini, en un famoso bar de Corrientes, Viviana Hertler recibió a los medios para contar su verdad, se destapó el caso hace 8 años ya, pero sigue sin ser escuchada, pide ayuda, es la historia de un niño que perdió su infancia y de una madre que exige justicia. La historia comenzó cuando su hijo tenía 6 años, e hizo llamar la atención a su madre de lesiones que había sufrido y que el autor de tales abusos había sido su vecino. Viviana automáticamente al percatarse de la gravedad del asunto pide hacer la denuncia, pero afirmó: "Nadie me tomaba las denuncias en la policía, la defensora de menores tampoco  me asistió. Cuando uno hace una denuncia de abuso tiene que presentarse la defensora de menores de la localidad, pero en mi caso estuvo ausente quien tendría que haberme ayudado, Graciela de Luján Sequeira, ni siquiera se tomó el tiempo de buscar alguien que atienda psicológicamente a mi hijo". También pidió que algún médico atienda a su hijo, pero nuevamente sólo recibió trabas de parte de la policía, y excusas para no ser atendida, "no quisieron hacerse cargo", dijo Viviana.

Desde entonces, hasta el día de hoy, su hijo ha sigo agredido y ha tenido que soportar humillaciones e insultos en reiteradas oportunidades, siendo la última hace 3 meses, cuando el agresor lo golpeó con un palo, ante este hecho el padre del chico que hoy tiene 14 años, intentó nuevamente hacer la denuncia en la policía, siendo ya esta vez el mismo Comisario de apellido Lovera de Monte Caseros quien le advirtió, "Tengo orden del Fiscal Soto de meterlos presos a usted, a su mujer y a su hijo si vienen a denunciarlo a Pereyra". El lado oscuro que permite la impunidad de este caso, es que el acusado de violación y maltratos posee familiares en la justicia, en el ejército, en el poder político y la policía, además de ser una persona adinerada.

En Corrientes, Viviana recorrió la Defensoría de Menores, el Superior Tribunal de Justicia, habló con organismos de Derechos Humanos, habló con el Ministro Chain, y estuvo en la Fiscalía General del Fiscal Sotelo,  donde la Secretaria Lértora le dijo que "si no le gustaba el lugar donde estaba viviendo, por  qué no se mudaba". Ella asegura que le "robaron la infancia a su hijo, le están robando su adolescencia, y encima quieren robarle su casa". El marido de esta señora es un hombre mayor, de 65 años, que ha atravesado por 8 operaciones, trabaja de remisero, pero su estado de salud es delicado, ella hace changas, viven con lo que pueden, cuenta que "ellos no tienen recursos", igualmente la lucha que emprende esta madre es imparable.

"No quiero que el caso de su hijo se transforme en otro caso Candela, o en otro caso Tomás", afirma Viviana, quien cuenta con un informe detallado de daños psicológicos que sufrió su hijo y con el perfil psicópata del acosador. Dice que la lucha que ha tenido que llevar adelante "fue muy dura por todo el machismo que tuvo que soportar y por todos los insultos que se dedicaban a denigrarla como mujer". Mientras se seca las lágrimas con unas servilletas, declara que "todo Monte Caseros sabe que desde hace mucho vengo pidiendo justicia. No es justo que mi hijo se haya criado con vergüenza. Este hombre lo dañó física y psicológicamente". Este hecho es otra clara muestra de las fallas que posee el sistema judicial e institucional en general, los últimos recursos a los que tienen que recurrir las personas dañadas ante casos de corrupción, y que la mayor parte de estas personas son personas pobres, para las cuales la justicia no existe. Lamentablemente todos los días se tapan casos de violencia contra los niños y contra las mujeres en Corrientes, que suceden gracias a la complicidad policial, judicial y gubernamental. Si vamos más al fondo de la cuestión, este tipo de maniobras responden a una única lógica que promueve el dominio y la opresión de una clase sobre otra, el patriarcalismo, y la desigualdad, que es la lógica del capitalismo. 

Daiana Toledo

 

 

 



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