El día...
del que limpia los inhodoros
de la que atiende el teléfono
del que cae en el cemento y muere
para que presidentes e ingenieros
tengan placas y honores.
Día del que perdona pero no es perdonado
del que no roba pero es robado
del que está bien que use las manos
pero la cabeza no debe usar
del que debe consumir a riesgo de no ser aceptado.
Día del que debe estar disponible
a la voluntad del que mas tiene,
del que sus brazos vende en el mercado
y sus sentimientos ahoga con vino
y programas berretas.
Día del que cada tanto explota
y se mueve el suelo
y el que se para en sus manos se estremece
y saca el látigo que siempre estuvo
disfrazado de compasión y amistad.
Día del que despierta con el día
y duerme despues que se duerme la noche.
Día del entrega sus músculos
a los lujos del patrón
a la explotación cotidiana
al destino de burro de carga
que le tocó en suerte.
Es este día rojo de la sangre caída
para que exista este día
en que me pienso uno
con todos los obreros del mundo
en que unidos somos una sola voz
un solo idioma un solo deseo.
Es el día de liberación.
Cristian González. 1 de Mayo 2012
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