viernes, 17 de septiembre de 2010

Declaraciones censuradas de un minero bajo una roca.

Agradezco a las autoridades su grata presencia.

Les agradezco haber movido el traste de sus límpidas oficinas.

Antes del derrumbe ya mis pulmones se sentían arruinados

penetrados de silicio y olvido

y del agua salpicada de cianuro.

Y quizás lo sigan haciendo

cuando lejos queden

los rimbombantes anuncios televisivos

acerca de la divina y estatal mano solidaria

que se nos extiende

en nuestras largas horas.

Invitamos a su señoría a recorrer nuestras existencias

de topos humanos, de poco aire y de menos sol.

Y a nuestras familias del mundo

soterradas bajo toneladas de piedra y olvido

capas de injusticia

sellada con el correr de los milenios y los días.

Y a nuestras familias del África,

las manos de Oruro Palestinas.

Manos carentes del metal y la piedra que recogen,

del lujo y el brillo que permiten.


Payasito Loco.


Dedicada al proletariado, la clase capaz de liberar a la humanidad.

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