La micropolítica

Era Foucault si no me equivoco, que impuso ese concepto. Habla de lo fino, de los insterticios de las relaciones de poder, lo mas próximo. Para el observador idealista o superficial, muchas veces lo que se baten son ideas, cuando son determinadas lógicas de acción, posicionamientos ante situaciones cotidianas, sólo asistidas por sus participantes directos. Relaciones, hechos que marcan y dan origen a justificaciones teóricas. Es en esos pequeños hechos que un marxista  busca los orígenes del pensamiento. Sin ser mecanicista, sin pensar que de ningún modo los pensamientos guían las acciones. Pero creo que a nivel general lo predominante es eso, la micropolítica. Por ejemplo, quien sostiene relaciones machistas, o lleva una existencia relativamente cómoda, va a justificar la permanencia de la relación, a no ser que la cuestione y esté dispuesto a cambiar. La segunda opción necesita de una altura humana, una capacidad de autocrítica, que en esta sociedad capitalista donde la hegemonía moral y cultural la tienen, precisamente, los capitalistas, en donde reinan la hipocresía y las diversas formas de opresión y explotación, es verdaderamente minoritaria. El arte estará en encontrar la forma de que esa minoría de explotados y oprimidos que se guían cotidiamente por ideas morales, principios irreductibles, logren imponer una nueva cultura y una nueva moral, nuevos valores, eso obviamente requiere de una revolución, un cambio en las relaciones materiales, por lo mismo que afirmé al principio del escrito. Estoy pensando en una amiga cuya inteligencia no subestimo, pero que parte de la superficie de los hechos, a una considerable distancia de esos finos hechos, micropolíticos, como una discusión sobre la actitud a tomar ante determinadas sustancias, sobre irresponsabilidades y despistes, justificaciones rebuscadas para hechos que superan lo que uno considera hechos morales. Es en el fragor de los hechos donde se cometen los errores y aciertos y donde nuestro dotes y limitaciones humanas encuentran resonancia, en situaciones concretas. Eso es lo que nunca se debatió en Facebook, eso es lo que en particular me niego a debatir, pero es lo fino y hasta lo determinante. Recuerdo cuando comencé a utilizar ese concepto, ajeno al lenguaje de aquellos con quienes compartía militancia en su momento. De ahí en mas, he aprendido, no sin sucesivas crisis, a fijarme mas que en lo dicho, en las acciones cotidianas, los hechos, esos que a distancia no pueden verse, a riesgo de ser repetitivo.